Alcanzar resultados : ¿Cómo puedes conseguir tus metas?

La suerte a pesar de ser un dicho muy común, no es una casualidad ni mucho menos el resultado de 

En primer lugar, para alcanzar los resultados propuestos debemos tomar en cuenta los siguientes objetivos para conseguirlo:

1. Trabajar para alcanzar los estándares establecidos.  

Permite que se haga bien el trabajo sin introducir mejoras concretas.

2. Establecer los estándares y objetivos individuales, alineados con los organizacionales.

Ya que se busca utilizar métodos para medir los resultados y compararlos con un nivel de excelencia fijado.

3. Introducir cambios concretos en sus métodos de trabajo comprometiendo los recursos personales e institucionales.

 Esto con el fin de mejorar tu rendimiento y el de los demás.

4. Establecer objetivos desafiantes y realistas.  

Para determinar los posibles beneficios o rentabilidad organizacional.

5. Asumir riesgos de negocios calculados.  

Para generar acciones enfocadas a la orientación a resultados y que sean sostenibles en el tiempo con el fin de alcanzar objetivos retados.

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De igual manera, debes tener en cuenta que la orientación al logro tiene tres elementos necesarios:

Intensidad (o fuerza):

Es la cantidad de energía que la persona debe utilizar para la realización de una actividad.

Autodirección (u autoorientación):

Es la actitud y esfuerzo aplicado en la selección y ejecución de las actividades encaminadas a la consecución de metas o resultados específicos.

Persistencia (o perseverancia):

Es la continuidad a lo largo del tiempo. La cual facilita que el individuo supere los obstáculos que encuentre en el camino hacia el logro de metas o la orientación a resultados.

Alcanzar resultados : ¿Cómo puedes conseguir tus metas?

3 componentes básicos para alcanzar resultados

1. Plano

Se refiere a la capacidad de establecer con anterioridad los objetivos que se pretenden alcanzar. De esta manera, se pueden definir los recursos tecnológicos, financieros y físicos. Para asegurar los insumos necesarios para iniciar el proceso o entregar el servicio prometido. Es una manera de visualizar el camino que debemos recorrer y anticipar. A modo de posibilidad o probabilidad, las dificultades que debemos sortear para iniciar el camino que nos llevará a la meta.

2. Ejecutar

En muchas ocasiones cuando buscamos la búsqueda de resultados nos quedamos en la formulación de deseos, sueños y aspiraciones. Que pueden ser loables y hasta encontrar aliados en el equipo de trabajo. Pero en muchas ocasiones terminamos por aplazar o nunca realizar esto que hemos diseñado con tanto cuidado. Ejecutar es la puesta en marcha de la decisión, de realizar y convertir en realidad lo que hasta el momento es solo un proyecto o un plan bien concebido. Ya que será la realidad de la ejecución la que permita adecuar los recursos. Además de ajustar el proceso y reconocer la velocidad con la cual deberá realizarse la tarea.

3. Evaluar

Una vez finalizado el proyecto, el plan o la tarea con miras a una óptima orientación al logro es preciso hacer una revisión de lo conseguido. Porque nos permite contrastar lo planeado contra lo alcanzado y asegurar que se cumplió lo esperado . Además de generar una reflexión que permita reconocer los aprendizajes alcanzados. De tal manera que en el siguiente proyecto puedan incorporarse las mejoras que surjan como producto de la tarea realizada.

El alcanzar resultados y el efecto recurso

La búsqueda de resultados diferenciadores en la gestión debe encontrarse en capacidad de intuir caminos innovadores. Además, de propuestas capaces de retomar la rutina que ha logrado mantener espacios de acción repetitivos. Asimismo, la consolidación del llamado “efecto recurso” nos hace creer por breves momentos que hemos dado un salto cualitativo. Ya que estamos preparados para alcanzar nuevas metas organizacionales. Cuando en realidad se trata solo de un impulso que puede llevarnos de nuevo a la misma “zona de confort” de la cual partimos.

Cuando iniciamos buscamos una buena orientación nos imaginamos que será un éxito. Y que alcanzará los objetivos planteados y que sin duda nos permitirá avanzar a nuevos estadios de desarrollo. La planeación nos permite anticipar las posibles dificultades que encontraremos en el camino. Asimismo, desde el comienzo preparamos soluciones para contingencias que quizás nunca se presenten. Pero es necesario ante la potencial fuente de problemas que podrían amenazar el éxito esperado .

La orientación a resultados, ejecución de los planos y tareas nos embarcan de nuevo en la necesidad de medir y controlar cada uno de los pasos que se van dando en el desarrollo del proyecto, allí podemos caer presa del reino de la improvisación ya que es preciso. tomar las decisiones adecuadas para salir al paso a las dificultades reales para las cuales quizás no preparemos acciones en la fase de planeación. La evaluación se convierte en un aliado para reconocer y aplaudir lo que se hizo bien y al mismo tiempo para identificar y valorar los aspectos que deben ser mejorados y ajustados para próximos proyectos.

¿Quieres mejorar tu capacidad para alcanzar tus metas?. Sigue leyendo aquí: Orientación a resultados: ¿Cómo te ayudará en tu proyecto?

 

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Preguntas frecuentes

 

Alcanzar resultados implica cumplir metas y objetivos establecidos mediante planificación, esfuerzo y constancia en cualquier área de la vida.

 

Falta de disciplina, miedo al fracaso, ausencia de planificación y la falta de motivación pueden dificultar el logro de objetivos.

 

Las metas deben ser específicas, medibles, alcanzables, relevantes y con un tiempo definido, siguiendo el método SMART.

 

Una mentalidad positiva y enfocada en el crecimiento ayuda a superar dificultades y mantenerse motivado a lo largo del camino.

 

La disciplina permite mantener la constancia y el enfoque, asegurando que las acciones diarias estén alineadas con los objetivos.

 

Una buena planificación ayuda a organizar los pasos necesarios, optimizar recursos y medir el progreso hacia la meta final.

 

Definir un propósito claro, celebrar pequeños logros y rodearse de personas que apoyen el proceso ayuda a mantener la motivación.

 

Administrar bien el tiempo permite priorizar tareas importantes, evitar distracciones y aumentar la productividad en cada acción.

 

El fracaso debe verse como una oportunidad de aprendizaje, analizando errores y ajustando estrategias para mejorar el desempeño.

Conocer fortalezas, debilidades y valores personales facilita la toma de decisiones y permite definir objetivos alineados con la propia identidad.