¿Cómo Cotiza un Trabajador en Prácticas?

La cotización de un trabajador en prácticas es fundamental para garantizar sus derechos laborales. Además, es importante que tanto el trabajador como la empresa comprendan cómo se gestiona este proceso. Por lo tanto, aquí se explicará el procedimiento y los aspectos clave relacionados con las prácticas laborales. Asimismo, se abordarán los beneficios que obtienen los trabajadores en esta situación.

La cotización de un trabajador en prácticas puede generar muchas preguntas, especialmente porque existen diferentes tipos de prácticas y regímenes de cotización según el tipo de contrato y la normativa vigente.

El contrato de prácticas es una modalidad de contrato laboral dirigida a jóvenes titulados que buscan adquirir experiencia profesional relacionada con sus estudios. Este tipo de contrato tiene características específicas, como una duración limitada y unas condiciones especiales de cotización que dependen de la normativa laboral.

• Diseñado para titulados universitarios, de formación profesional o certificados profesionales.
• Su duración varía entre 6 meses y 2 años.
• El salario es generalmente un porcentaje del salario de convenio para el puesto.

Desde 2019, los contratos en prácticas están obligados a cotizar al 100% en todos los conceptos de cotización, como cualquier otro trabajador. Esto incluye:

• Contingencias comunes.
• Contingencias profesionales.
• Desempleo.
• Formación profesional.
• Fondo de Garantía Salarial (FOGASA).

Un trabajador con un contrato de prácticas que percibe un salario bruto mensual de 1.000 € cotizará de la siguiente manera:

• Parte del trabajador: Se deduce un porcentaje del salario bruto (alrededor del 6-7% para contingencias comunes y profesionales).
• Parte del empleador: El empleador asume una cotización adicional (alrededor del 30% del salario bruto).

Esto significa que, aunque el trabajador ve reducido su salario neto, está generando derechos como cualquier otro empleado, incluyendo el acceso al desempleo y la acumulación de tiempo para la jubilación.

En el caso de las prácticas no laborales, como las realizadas durante una formación profesional o una carrera universitaria, la situación cambia. Estas prácticas no se consideran un contrato laboral y, hasta hace unos años, no implicaban cotización. Sin embargo, tras los cambios normativos recientes, las prácticas no laborales también están sujetas a cotización.

• A partir de 2023, los estudiantes en prácticas (laborales o no laborales) deben cotizar al sistema de la Seguridad Social.
• Esta cotización no se deduce del salario del estudiante, sino que es asumida por la empresa o institución que ofrece las prácticas.

La base de cotización para estudiantes en prácticas suele ser fija y está vinculada a los convenios colectivos o acuerdos específicos. Por lo general, es significativamente más baja que la de un contrato de prácticas.

Con la Ley 27/2021, se introdujeron cambios significativos respecto a las prácticas no laborales. La principal novedad es que:

• Aunque no ganen un salario, la empresa o institución debe asumir su cotización.
• Los estudiantes comienzan a generar derechos en el sistema de la Seguridad Social, como tiempo para la jubilación.

Supongamos un estudiante en prácticas remuneradas con un ingreso mensual de 500 €. En este caso, la cotización se calculará de la siguiente manera:

• Base de cotización: 500 €.
• Contingencias comunes (4,70%): 23,50 € (deducido del salario del estudiante).
• Contingencias profesionales: Calculadas según el tipo de actividad.
• Total a cargo de la empresa: Aproximadamente un 30% adicional del salario.

• Cuota fija mensual: Según la normativa vigente, suele ser una tarifa plana, como 40-50 € mensuales, a cargo de la empresa.

Sí, desde 2023, todas las prácticas extracurriculares deben cotizar, incluso si no están remuneradas.

La empresa o institución asume completamente la cotización en las prácticas no laborales.

No, aunque ambas cotizan, el cálculo y la base de cotización difieren según el tipo de prácticas y si hay o no retribución económica.

En el caso de contratos de prácticas laborales, sí. En las prácticas no laborales, no se genera derecho a desempleo.

La cotización en prácticas es un tema complejo, pero necesario para garantizar derechos laborales y sociales a los trabajadores en formación. Si bien existen diferencias significativas entre prácticas laborales y no laborales, ambas modalidades están sujetas a la obligación de cotizar en España desde los últimos cambios normativos.

Estos cambios son un paso adelante para combatir la precariedad en las prácticas y fomentar una transición más justa de los estudiantes al mercado laboral. Sin embargo, es importante que tanto empresas como estudiantes conozcan sus derechos y obligaciones para evitar conflictos legales y aprovechar al máximo estas oportunidades formativas.