¿Cómo puede tu marca entrar en ese espacio?
Existen tres caminos que permiten crear recuerdos. Estos tres elementos de llamada de atención no tienen por qué usarse de forma separada y no es necesario quedarse únicamente con uno de ellos. De hecho, campañas de éxito consiguen emplear las tres llamadas de éxito en el mismo mensaje, creando diferentes picos de atención en el anuncio y consiguiendo que sea la combinación de todos, lo que cree un mensaje solvente.
Tres tipo de llamadas de acción
1.- Invitar a pensar
Se emplea la que se conoce como memoria semántica. En esta se fijan conceptos, hechos y personajes. Aquí podrían ir, por ejemplo, las campañas que juegan con la historia de la marca o con algunos de los personajes clave relacionadas con la misma.
2.- Las emociones
Los mensajes se fijan en la que se conoce como la memoria episódica. Se interpela a los consumidores a sentir, siendo así la experiencia de relación con la marca emocional. Con este tipo de campañas se consigue que los mensajes queden asociados con experiencias personales del propio consumidor.
3.- Hacer cosas
Otra de las cosas que los consumidores fijan en la memoria son los procedimientos. Son los recuerdos físicos, que mantienen en el cerebro cómo se hacen ciertas cosas. Un ejemplo de marcas que utilizan este tipo de campañas: cómo han aprendido los consumidores ha hacer café en las nuevas cafeteras de cápsulas.
¿Cómo se pueden crear recuerdos y, sobre todo, cómo se pueden crear recuerdos que sean realmente efectivos?
Esta pregunta era lanzada al aire días atrás por el magazine PuroMarketing.
Hoy en día el objetivo de las empresas es conseguir que su marca persista en los recuerdos de los consumidores, que esta no quede difuminada ante los estímulos que se reciben cada día. Pero conseguir esto es un trabajo complicado.
Algunas investigaciones afirman que cada día recibimos 3.000 impactos de marcas de media, las marcas nos acosan con multitud y diferentes mensajes.
Conseguir sobresalir a estos 3.000 impactos de este mundo lleno de marcas y de sus mensajes no es una tarea sencilla, es por ello que para dejar de ser uno de ellos hay que conseguir llevar el mensaje de marca un paso más lejos.
La neurociencia ha demostrado que no todos los recuerdos tienen el mismo valor y, sobre todo, que a las marcas les interesa más convertirse en un tipo de recuerdo concreto. El cerebro tiene diferentes niveles, en los que nuestros recuerdos se almacenan de una forma diferente. Las marcas, los mensajes de publicidad, lo que hace que la vida de ese recuerdo sea limitada. Las empresas desean siempre pasar al siguiente nivel, donde permanecerán de forma más permanente. Ahí se convertirán en parte de los recuerdos del consumidor.
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