Guía para tu crecimiento
Lo que no necesitas, es convertirte en el administrador que va saltando de idea en idea, sin control. Los cambios de curso constantes, pueden hacer que tus empleados pierdan el Norte y lo único que conseguirás será una crisis en la productividad de tus negocios rentables. Así que, uno de los primero consejos que te daremos es, respira. Ahora, mira hacia el horizonte, descubre tierra y planea como navegar hasta allí.
1. Estudia las necesidades
Seguramente, necesitarás una combinación de más personal, mejor tecnología, procesos de producción mejorados y más proveedores. Todo esto, hará que necesites más dinero. Lo que nos lleva al siguiente punto.
2. Descubre cómo pagarás
Si bien el crecimiento, redunda en mayores ganancias para tus negocios rentables, también significa una mayor de salida de dinero, debido al aumento en la producción y entrega de tu producto. Quizás un préstamo es lo que a tu compañía lo beneficiaría más, o puede que cambiar su software pago por aplicaciones libres, sea el camino. Una vez que lo averigües, actúa en consecuencia.
3. No te aferres
Escalar al éxito requiere que dejes cosas en el camino. Las grandes corporaciones saben que crecer, significa soltar lo innecesario:
- Posición
- Productos
- Procesos
- Estrategias
- Servicios
- Reglas
Debes tener cuidado. Tocar cualquiera de estos puntos mencionados, puede provocar situaciones difíciles de corregir. Como ejemplo, puedes cambiar algún proyecto, o desviar fondos de un proceso a otro y generar descontento en tu personal. Parece algo menor, pero puede convertirse en una infección para tus negocios rentables. Y no sólo debes cuidar de tus empleados, también de los clientes. Los cambios drásticos, pueden ser vistos como falta de estabilidad, por aquellos de quienes necesitamos confianza.
La comunicación te ayudará a hacerlo bien. En todo momento, intenta participar a tu gente sobre el porqué de los cambios que vas a realizar y como ellos encajan en tu plan. Hazles sentir, cuánto valen para ti. Esto los pondrá a todos en la misma vía, para poder seguir andando. Recuerda que, de igual manera, la buena comunicación también se basa en que sepas escuchar. Los empleados que vean en ti a alguien a quien pueden acudir, aceptarán más fácilmente el cambio, incluso si no les parece lo mejor.
No permitas que tu propio éxito sea tu perdición. Puedes navegar velozmente hacia el crecimiento, capitalizando tu situación, prestando atención a las necesidades de tu marca y dejando ir aquello que ya no es de utilidad para tu compañía.
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