Estos consejos te ayudarán a dar un mejor servicio a tus clientes. Un curso de atención al cliente es una de las mejores alternativas de formación para potenciar la productividad y eficiencia de un negocio. En un mercado mundial tan competitivo como el actual, el servicio de atención al cliente es un factor crucial que separa a las empresas mediocres de las destacadas. Incluso en las compañías que venden productos tangibles, se considera un indicador del nivel general de la empresa; en el caso de las organizaciones dedicadas a servicios, es sencillamente el alma de su actividad económica. En las últimas décadas, la orientación de las empresas a sus diferentes clientes ha cambiado, y donde antes se pensaba que la atención al consumidor era el trabajo de un departamento específico, ahora se considera la labor de toda la estructura organizacional.
En este sentido, ofrecer un alto nivel de calidad en el servicio de atención al cliente, requiere el enfoque y la sincronización de toda las áreas de la compañía, pues para satisfacer las demandas del consumidor, se necesita que todos los procesos de producción y servicio estén a punto, de manera que se pueda sobrepasar las expectativas del cliente desde el primer momento, y se pueda responder con rapidez y eficiencia ante cualquier eventualidad. De que esto se cumpla, dependerá que la empresa mantenga una relación fructífera con su público.
Inclusive, en un curso de atención al cliente se aprende que no es necesario que ocurra algún imprevisto para que la empresa pueda demostrar su capacidad de respuesta; existen diversas clases de clientelas, y muchos consumidores no son tan sensibles a la calidad del servicio que se está ofreciendo, es decir, por naturaleza se conforman con muy poco o son altamente difíciles de satisfacer del todo. No obstante, mantener una apropiada estrategia de servicio al cliente, permite que se cree un clima de confianza y seguridad, en el cual el cliente se sienta cómodo y sea capaz de apreciar los niveles de calidad de lo que se le ofrece, y así poder influir o transformar su perspectiva general de la atención brindad. Para ello, las empresas deben ser celosas en sus indicadores y mecanismos de control de calidad de todos sus productos y servicios.
Estos consejos te ayudarán a dar un mejor servicio a tus clientes
Para alcanzar sus objetivos, es imprescindible que la empresa de servicios desarrolle e implemente un sistema que facilite el seguimiento y medición de las opiniones de los clientes. Este proceso es necesario, tanto para tener una idea del desempeño de la empresa, como para mejorarlo, pues solo se puede potenciar aquello que pueda ser medido. Es requerido que la dirigencia de la compañía sea asertiva a los efectos de crear dicho sistema de medición. Gracias al auge de las redes sociales, este trabajo puede verse facilitado.
Asimismo, en un curso de atención al cliente se hará énfasis en cómo interactuar con cada tipo de cliente, siendo los más reconocidos:
Clientes introvertidos: Estas personas se caracterizan por ser callados, distantes, no exteriorizar sus ideas o sentimientos, ser observadores y altamente analíticos. Es importante pues, que al momento de establecer contacto tratemos de ser objetivos y plantear nuestros argumentos serios, no abrumarlo ni transmitirle sensación de prisa, pero sí hacer esfuerzos sutiles para que defina su opinión y así obtener dudas, objeciones o confirmaciones.
Clientes duros: un curso de atención al cliente puede ser un recurso muy valioso para aprender lidiar con clientes duros. Estos se caracterizan por ser muy dados a contradecir y discutir, son tajantes con lo que desean y exigen e incluso pueden alzar la voz y gesticular. Para comunicarte con ellos, es importante que muestres seguridad y des una imagen de profesionalidad, usar buenos argumentos y no contradecirlos, evitando a toda costa la palabra “no”, al mismo tiempo que eres puntual y concreto, sin hacer alardes de ello.
Cliente extrovertido: estos clientes suelen ser habladores, muy expresivos y cercanos. Se les da hacer chistes con facilidad y son muy sociables. Aunque pueden verse más fáciles de satisfacer también tienen sus particularidades, las cuales puedes conocer a profundidad en un curso de atención al cliente. En general, es importante que los trates con simpatía, igual que como te tratan a ti, mantenerles siempre en el centro de tu atención, resaltar las ventajas de lo que ofrecen y halagarles.
Clientes condicionados: son aquellos que presentan alguna dificultad física o congénita; suelen ser tímidos, indecisos y escépticos. Debes tratarles con delicadeza, no presionarles, ser considerado y ofrecerles tu ayuda.
Clientes nerviosos: estos son los que se encuentran en un estado de excitación, furia o desesperación. Pueden llegar a ser agresivos, groseros e impacientes. Es importante que seas amable en todo momento, incluso al momento de mostrarle sus errores, no disminuirte ni tampoco alzarte sobre él y ser muy paciente.
Un curso de atención al cliente te ofrecerá formación en las diferentes sutilezas y técnicas que conciernen al buen servicio clientelar; el cual es un factor de altísima relevancia, que involucra a toda la compañía, para alcanzar el éxito sobre la competencia y establecer una satisfactoria posición en el mercado.
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