Gestión eficaz del tiempo: cuando lo común no funciona
No te sirvió priorizar: muchos sistemas de planificación te piden que asignes niveles de prioridad a tus tareas. Ya sean A, B, o C; o alto, medio y bajo. La idea es estructurar tu día, de manera que te encargues de las más importantes primero. Esto tiene sentido, y ha ayudado a muchas personas a mejorar, pero para otras, no es lo suficientemente específico.
De ser así para ti, puede que la razón es que marques demasiadas tareas como prioridad A, sin una manera clara de qué hacer diariamente. Y aquellas cosas marcadas como B o C se quedarán pendientes hasta que sean A. En vez de eso, prueba a ser realista sobre cuánto trabajo puedes realizar en un día, y prioriza tu lista asignando una hora o día límite para cada ítem. Si tienes 90 cosas que hacer, y puedes hacer 3, entonces sabes que habrá 3 cosas en tu lista que no se harán sino en 30 días, otras 3 en 29, y así sucesivamente. De esa manera, podrás tener una gestión eficaz del tiempo, contratando ayuda extra si la necesitas, cancelando o moviendo planes de fin de semana y agendando citas con tus clientes como te convenga.
No te funcionó hacer una lista de cosas por hacer: muchos expertos sugieren pasar unos 10 minutos luego de despertarte escribiendo una lista de cosas que quieres lograr. De nuevo, esta parece ser una opción lógica, pero si no te ha funcionado, quizás lo consideres precisamente una pérdida de tiempo. Prueba esto: en vez de reinventar la rueda todas las mañanas, pasa 20 o 30 minutos cada semana o mes vaciando tu cerebro, capturando todo lo que puedas pensar que necesitas o quieres hacer. Si lo priorizas por fecha, tendrás una lista de cosas por hacer premeditada.
Así tendrás una gestión eficaz del tiempo, pues cada mañana podrás ir directo a tu lista y ser proactivo en los primeros minutos del día. Y si aparecen cosas imprevistas, solo tendrás que pasar unos minutos añadiéndolas a tu lista principal.
No te ha servido comprometerte contigo mismo: a todos nos han dicho que para poder terminar nuestras tareas, es importante que hagamos compromisos con nosotros mismos, pero resulta, que los primeros en faltar a dichos compromisos seremos, obviamente, nosotros. Cuando las personas usan calendarios para hacer sus listas de tareas pendientes, a veces pasan más tiempo reacomodando las cosas y descifrando entre citas reales y ficticias. Usar los bloques de horario tiene su espacio, pero para tener una gestión eficaz del tiempo, no lo uses para todo si quieres que sea efectivo. Si no prestas atención a esto, puede que termines aprisionando tu día y tu calendario perderá su efectividad. Además, no planifiques mucho tiempo al futuro. A menudo no podrás predecir cómo será la semana que viene. Tampoco asignes tareas específicas. En vez de eso, llámalo tiempo proactivo y escoge hacer lo que sientas más apropiado. A veces nos sentimos creativos y a veces somos más lineales. Serás más productivo si encajas las tareas con tu ánimo.
Gestión eficaz del tiempo: controlando tus decisiones
Controlar el tiempo es imposible, lo único que puedes controlar son tus decisiones en base al tiempo que tienes. Es clave cambiar la manera en que nos relacionamos a este hecho. Por ejemplo, un factor esencial de una gestión eficaz del tiempo es capturar toda la información que tengas en un solo sitio: ya sea en un software o en una libreta de notas. No trates de tenerlo todo en tu mente. Asimismo, esta es una herramienta que debes disfrutar de utilizar. Una vez que tengas toda la información organizada, se te hará más fácil saber qué puedes hacer y qué tareas deben ser desechadas o aplazadas para más adelante.
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