Trabajador Freelance: nuestra lista
Pero no estabas preparado para la duda o la montaña rusa de situaciones y sentimientos que los empresarios conocen tan bien. No tenías experiencia en negociaciones contractuales, pero seguro has aprendido más lecciones de las que puedes contar. ¿Seguro de ello? Vamos juntos a hacer un repaso de las seis cosas más importantes a tener en cuenta a la hora de convertirte en trabajador freelance.
Confía en tu instinto
Este es el más importante consejo que podrás recibir. Si un posible cliente o cliente actual no parece una buena opción, confía en tu instinto y di “no, gracias”. Aún mejor, si sientes que la perspectiva es buena, pero no para ti, agrega algo como “Me complacerá presentarte a alguien que creo que sería genial para usted”.
Si sientes la necesidad de decir sí a cada posible cliente, es probable que trabajes por miedo a la escasez. No necesitas esa mala vibración. Un cortés “no gracias” es tu manera de estar disponible para las oportunidades correctas que están a la vuelta de la esquina. Verás cómo terminarás agradeciendo cada oportunidad que tuviste de rechazar un trabajo que no te parecía correcto, porque siempre sale algo mejor.
Prepárate para un viaje en montaña rusa
Un día estás volando alto: los contratos se firman y llegan cheques. Al día siguiente es posible que no te vaya tan bien. Ser trabajador Freelance puede ser una montaña rusa de emociones, adrenalina y dudas. Celebra tus mejores momentos; no te rindas durante los no tan buenos.
No existen los días libres
Sí, no hay día libre, y deberías estar feliz por ello. No debe importarte registrar horas después de las 6 p.m. o los fines de semana, porque estas construyendo tu propio negocio y deberías disfrutar el proceso. Además, es tu elección; tienes el control y tomas las decisiones. Ya no te sentirás culpable por escabullirme un par de horas para asistir a algún evento familiar o tomar aquel curso que tienes pendientes desde hace tanto. Ya no te sentirás amargado cuando el trabajo se cuela en tu tiempo “libre”. Las 24 horas son “tu tiempo”, y estas creando un negocio y una vida que funcionen para ti y tu familia.
¿El teléfono suena siete días a la semana y, por supuesto, el correo electrónico nunca para de recibir mensajes? Cuando eres trabajador Freelance, alguien siempre necesita algo, un cliente siempre tiene preguntas. Y aunque esto puede ser agotador, significa que estamos ocupados, así que no puedes estar molesto por eso. Simplemente significa que necesitas aprovechar cada pequeño descanso al máximo.
Rodéate de personas positivas
Como trabajador freelance debes mantener tu energía positiva y optimista. Una forma de hacerlo es pasar tiempo con las personas correctas, ya sean amigos, colegas o posibles clientes. Salir con los que no te agradan y los escépticos, aunque creas que puedes obtener algo de ellos, es la forma más rápida de caer.
Definitivamente, debes invertir menos tiempo en amistades donde veas que hay mucho drama, negatividad o juicio. Todo eso te agotará, y lo que tú buscas es crear cosas grandes y que te lleven hacia arriba. Busca personas con las que puedas compartir el vuelo, siempre que sientas que se están ayudando los unos a los otros.
La contratación de un coach de negocios es una buena inversión
Si hay algo que debes hacer antes de comenzar un negocio como trabajador freelance, es contratar un entrenador. Será tu mejor inversión. Un buen coach te guiará paso a paso en el proceso de ventas y te ayudará a asegurarte que tus herramientas de venta trabajen apropiadamente para ti. También ayudará a identificar a mis clientes ideales y cómo comunicarte mejor con ellos.
Trabajar con un entrenador también será bueno para tu vida personal. Ya no pedirás a amigos, o tu pareja, que seguramente tendrán ocupaciones a tiempo completo, orientación sobre honorarios, trabajo potencial, redacción de contratos o cualquier cosa que tengas que enfrentar con mi negocio. Estarás mucho más cómodo y confiado haciendo uso de tus propios zapatos de empresario. Y, claro está, podrás disfrutar de los beneficios de ser el “rey”. Lo que nos lleva al siguiente punto...
Es tu negocio. Punto.
Es tu negocio. Eres un trabajador freelance y puedes hacer lo que quieras. Encargar lo que quieras, pedir lo que quieras, decir sí a lo que quieras. Decidir si tienes ganas detenerte por el día de hoy, o darte un empujón para terminar un proyecto más, si quieres. Puedes tomar un viernes libre. Aceptar la siguiente reunión, pero no aquella otra. Tomar una siesta.
Es tu negocio. Puedes hacer lo que quieras. Hazlo, porque puedes.
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